Agosto 2.2025

Dormí hasta las 9am. Cuando llegué al desayuno, ya Susana sabía de mi enfermedad, así que me dijo “valiente, a darle con todo”.

Quise llorar, pero me contuve.

Luego del desayuno, nos fuimos al spot nuevamente frente al mar. Ya no era necesario asolearme, como siempre he hecho. ¿Para qué? Si de todas formas pronto, estaré metida en hospitales y con medicinas que probablemente me hagan ver demacrada. Así que acepté mi nuevo momento, con un vestido de baño entero, sin quitarme la salida de playa y debajo de un árbol con una frondosa sombra, me senté a ver el mundo girar.

Me metí al mar y mientras pensaba en qué intención tenia para dejar ir en el mar, empezó mi trance, cerré los ojos y me dejé llevar; fueron pocos minutos, pero suficientes para conectar con algo, aun no estoy segura con qué, pero me dejé llevar. No se decir qué intención tengo, qué quiero con todo esto, cuál es mi meta, no lo se.. es un momento en el que no decido, no actúo, no pienso, no siento, solo soy.

Volví a la silla y mi mamá dijo que visualizáramos mi enfermedad, no quise hacerlo. No estoy preparada, porque de nuevo, no se nada. Hoy no estaba para rituales, no quería que me dijeran qué hacer o cómo vivir, estaba en una rebeldía silenciosa; mientras mi madre, buscaba la forma de procesar su dolor y preocupación por mi enfermedad.

En la tarde mi mamá se fue a remar y me quedé sola un rato. Lo necesitaba. Me fui al muelle a contemplar el mar y empecé a llorar. Aun no entiendo por qué lloro, no se si es duelo, tristeza, enojo o miedo. Pero son unas ganas de llorar incontenibles en momentos equis, estoy muy sensible. Traté de meditar, pero cuando me di cuenta que perdía la atención muy rápido, hice pequeñas meditaciones, probablemente de minutos. Me tomé la boca del estomago y empecé a sentir mi cuerpo. A ver donde me llevaban las sensaciones. Pero pasaban esos segundos de trance y volvía a tierra rápidamente. Abría los ojos, me encontraba de frente con la inmensidad del mar moviéndose suavemente y los volvía a cerrar. Hubo una pequeña (no menor) revelación, donde quise que Leopoldina y Atzin me acompañen en este proceso. No se decir cómo, ni para qué, solo cerré los ojos y cuando los abrí y vi el mar, vinieron a mi mente.

Siento que necesito respuestas, no entiendo por qué tengo lo que tengo. En retrospectiva los momentos mas difíciles de mi vida, siempre me han llevado a alguna enfermedad: cuando hablé de lo que hacía mi papá, me dio gastritis por primera vez; cuando me separé de quien fuera mi marido, me daban unos dolores espantosos, que no era más que piedras la vesícula; en el 2019, luego de terminar con mi novio y tener exceso de estrés laboral, entré en depresión diagnosticada, por primera vez en la vida.. pero y ahora? No he tenido, según yo, algo así tan dramático como para tener una enfermedad tan dramática como la que tengo hoy!

You Might Also Like

One Comment

  1. Atzin Domínguez

    Inmensidad de sensaciones pensamientos ideas amoo

Leave a Reply